PADRE ADMIRABLE
No importa que no me diste una casa hermosa, pero me diste tus brazos para descanzar en ellos.
No importa que no me diste ropas elegantes pero me diste un vestuario de virtudes.
No importa que no me diste zapatos costosos, pero caminabas conmigo cada tarde.
No importa que no comimos manjares, pero me diste tus palabras de consuelo.
No importa que no seas rico, pero eres reconocido por tus verdades.
No importa que no gastamos en viajes, pero estuve contigo a cada instante.
No importa que no tenía amigos en la calle, tenía el mejor padre en casa.
No importa que muchas veces me corregiste, ahora soy tu imagen.
No importa que seas un padre viejo, si te desgaste en mi educación.
Sabes papá, no importa que sean anciano, pero eres el padre más admirable.
Autor: M. Patricia Mejía
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